viernes, 7 de marzo de 2014

Agradecida

Con la vida, con la madre Yemayá que siempre me recibe para renovar mi ser junto al mar.
Con las conversaciones alegres, tensas, difíciles y amorosas que he tenido con mi madre de la tierra. La que me escucha, me exige, me reclama, pide lo mejor de mí para que yo misma entienda que soy una mujer maravillosa que da y entrega todo. Y más aún cuando se trata de construir camino para mi vida y lo que seré mañana.

Gracias a aquellas personas que me han dado una y dos manos. Que me han dado muy buenos consejos y aquellas personas que también han sido sólo oídos, para desahogarme.
A tí, que me has enseñado a cuidar, proteger, respetar y mirar con otros ojos a los animales que no son los humanos. A esos que nadie escucha y todo el mundo quiere dominar, a esos que tal vez no entendemos cómo lastimamos, pero lo hacemos a diario, hasta con lo que decimos.

Gratitud con todas aquellas personas que han aparecido en mi vida para darle nuevos significados, nuevas preguntas y enseñarme nuevos caminos. Gracias a aquellos ejemplos de vida, que han pasado por el sufrimiento, por el dolor, por los truinfos y los sacrificios. Porque a través de esos espejos he entendido parte de lo que significa estar en este planeta azul, que gira alrededor de un potente sol y que está lleno de increíbles e insólitas historias.


Gracias y más gracias. No queda nada más para dar, por ahora.

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